Queridos compañeros:

Como percibiréis en la Sociedad y en nuestro propio colectivo, el Proceso de Bolonia esta siendo tema continuo de actualidad, debate y discusión.

Con el objeto de informar verazmente he redactado una descripción del Proceso, que puede resultar extensa comparada con la brevedad de otros mensajes anteriores. Sin embargo, la intensidad y complejidad me han obligado, aunque he tratado de ser concreto, a un desarrollo de varias páginas.

Recordar que soy decano presidente COAVN desde junio de 2.008 y que el tema Bolonia empieza en 1.999. Soy, por tanto, conocedor directo de su “estado actual”, como llamaríamos en nuestro lenguaje, pero del resto temporal anterior desconocía sus interioridades. He tenido que hacer un curso acelerado para empollármelo suficientemente.

Circulan versiones variadas y muchas no se ajustan a la realidad. Para bien o para mal, os cuento la verdad exacta y rigurosa, sin tapujos ni interpretaciones. Como representante vuestro en el Consejo Superior no me permitiría otra actitud.

He optado, para no ser pelma y para facilitar un envío y lectura más practicable, por un sistema de “entregas por fascículos”. Hoy os adjuntamos el Capítulo I. En días sucesivos os iremos transmitiendo los siguientes, hasta un total de cinco más un último de “Perspectivas”.

El que esté muy interesado puede hacer la colección.

Un fuerte abrazo y salud a todos.

Manuel Sagastume

Aunque esta vez me dilate más de lo que aprecio, he considerado que puede ser importante para alguno de nosotros conocer extensamente el transcurso continuo de los acontecimientos, leyes, acuerdos, etc…que yo conozca y os pueda transmitir, más desde el punto de vista de cómo va evolucionando la perspectiva de nuestra profesión, que desde la Teoría del Proceso de Bolonia desde aspectos de lo académico, que tiene sus propios responsables en las Escuelas de Arquitectura.

El Proceso de Bolonia se llama así porque su cometido es una larga sucesión de cuestiones, discusiones y decisiones cuyo objetivo fundamental es el hacer converger con criterios unificados el contenido y la titulación de los estudios de todas las profesiones universitarias de todos los países europeos, a la vez de mejorar la calidad de los mismos.

La necesidad de esta concordancia viene determinada fundamentalmente por la actual movilidad de los estudiantes, que a veces alternan los estudios de sus carreras en varias Escuelas de diferentes países y, sobretodo, por el propio mercado profesional, una vez superadas en Europa las fronteras de la participación en el bazar de servicios europeo.

No es tarea fácil para los que lo tienen que regular.

Es muy importante que lo comprendamos como tal Proceso, es decir, como una acción de ir hacia delante, como un conjunto de fases sucesivas, en definitiva como una evolución continua. No es, por tanto, una única ley puntual instantánea inamovible que marcará hoy, de forma exacta e inalterable, nuestro futuro de manera estricta.

Es decir, desde el año 1.998 se viene tratando de Bolonia, en 2.009 seguimos tratando de Bolonia y en varios años próximos, seguiremos hablando de Bolonia.

En ese sentido evolutivo es fundamental saber a donde queremos ir para poder ir trazando y cumpliendo cada paso y cada fase sin graves bandazos ni errores de bulto.

Ningún viento ayuda al patrón que no sabe a que puerto va.

continuará...